miércoles, 30 de mayo de 2007,4:38
El mundo. La extinción...
Parte 1

___________________________________________________________________

Año 2046.



El mundo, tal y como está ahora, no tiene vuelta atrás.


Han sido años y años de desesperación, incredulidad, revelación y miedo...







La vacuna contra el VIH fue totalmente inútil, la lucha contra la Epidemia Biológica que comenzó a aparecer a comienzos de los años 20 ha durado hasta el punto de pensar tan solo en la raza humana y dejar a las otras especies animales totalmente expuestas a la extinción. Además, las investigaciones con la nanotecnología habían fracasado, y los recursos petrolíferos del planeta habían quedado exhaustos; y pese a los muchos preparatorios y planes que se habían hecho para esto, la economía mundial bajó de una forma repentina. Y más epidemias, enfermos por más mutaciones del VIH, la gripe aviar recientemente reaparecida...

Murió tanta gente... aunque lo que realmente fue decisivo para la desesperación apareció un día como otro cualquiera,

7 de octubre de 2039... un día que jamás olvidaré.



Puedo recordarlo como si hubiese sucedido ayer mismo.





Me levanté. Mientras discurría adormecido por el pasillo hacia la salita, noté en el ambiente un silencio perturbador. Más que un silencio, era como si ahora cualquier sonido se escuchase más fuerte... podía incluso escuchar cómo las hojas de los árboles se movían a merced del viento; un viento seco y frío cuya aparición habían diagnosticado ya los Hombres del Tiempo por la televisión.


Se me ha olvidado decirlo. Era un domingo por la mañana. Así que me levanté tarde, debía ser mediodía ya. No había nadie en casa, un hecho no muy extraño un domingo por la mañana. Pese a todo, no me detuve a la hora de mirar en cada una de las habitaciones para comprobar que, efectivamente, no había nadie en casa...


Quizás la aparente tranquilidad que se respiraba fue lo que me hizo pasar de largo al lado de la mesa de la salita. Pero cuando volví a pasar por allí, para volver a mi habitación, vi la nota, escrita en un trozo arrancado de papel:



jal-3px, a las 16, en la iglesia del parque. Ve. A las 16, ni antes, ni después.




De tu mamá, que te quiere.








Sí. Mi nombre es jal-3px.

Por razones de seguridad, el gobierno decidió que los nombres reales se ocultarían bajo un código que constaba de dos partes diferenciadas por un guión, la primera con tres letras provinientes del nombre y apellidos reales i la segunda con una combinación de 3 carácteres aleatorios, aunque siempre determinados y registrados en los nacimientos de todas las personas. De esta manera, se aseguraba que cada uno de los habitantes del mundo tuviera un nombre propio que nadie más tuviese.


Cuando esto sucedió, hubo tantas quejas...

Manifestaciones, revoluciones, batallas, atentados, asesinatos...




Tan sólo 3 semanas después de que esta nueva ley estuviese vigente, 2 ministros ya habían sido asesinados.






La primera vez que leí la nota no la entendí. Tras leerla un par de veces, su significado ya me quedó algo más claro, pero la tercera vez fue diferente porque traía banda sonora. Disparos.

No supe cómo reaccionar, aunque lo primero que hice fue acercarme a la ventana para ver qué estaba ocurriendo. Se me pusieron los pelos de punta...


Había un par de coches destrozados, seguramente accidentados entre sí, y otro coche más, totalmente nuevo, plantado en medio de la carretera con las puertas y el maletero abiertos. Y no había nadie en él. Y por si esto no suena raro, además había un contenedor de basura tirado en medio de la calzada y restos de basura por todas partes y cadáveres. Conté hasta 7 cadáveres...



Y vi sangre, porque desde luego aquella gente no había muerto porque se les había arrebatado el alma, la mitad de ellos mostraban agujeros en sus cráneos o torsos. Entre los cadáveres, conté: tres hombres jóvenes, un hombre mayor, una chica joven, una señora mayor, con el bastón aún en la mano, y un niño.


Supe entonces que la nota de mi madre no iba ni mucho menos con un tono de humor. Iba muy en serio.






Algo estaba pasando... y fuese lo que fuese... de bueno no tenía un pelo.

________________________________________________________________________________


® Ésta es una obra bajo licencia de Creative Commons. Algunos derechos quedan reservados. Para ver el código legal al completo, haz click aquí.

Creative Commons License

 
posted by M.Beland
Permalink ¤ 0 comments